El acoso sexual en el lugar de trabajo generalmente surge cuando una parte tiene poder o autoridad sobre la otra y abusa de ese poder con sexo. Afortunadamente, este tipo de interacción, bajo la ley de California, está prohibida en el lugar de trabajo. La mayoría de las personas asumen que el acoso sexual solo ocurre con las mujeres, pero este puede ocurrir independientemente del sexo del individuo.
¿Qué constituye el acoso sexual?
El acoso sexual se define como “avances sexuales no deseados, solicitudes de favores sexuales y otras conductas verbales o físicas de naturaleza sexual no deseadas”. El acoso sexual debe verse objetivamente como algo hostil, lo que significa que una persona razonable en el lugar de la víctima también creería que ha ocurrido acoso. Sin embargo, la víctima también debe haber sufrido su propia lesión personal. El efecto del acoso debe ser tan severo que las condiciones de trabajo de la víctima/empleado han cambiado y él o ella ya no se sienten cómodos con el ambiente laboral. Esto puede surgir por angustia, ansiedad, dejar su trabajo, etc. Además, debe haber más de un incidente aislado; la conducta debe ser más frecuente que eso. Adicionalmente, la víctima no puede decir que ha sufrido acoso sexual si está lo acepto voluntariamente.
Acoso sexual Quid Pro Quo
Quid pro quo es una frase en latín que significa “esto por aquello”. En un reclamo de acoso sexual, este tipo de interacción es tal como se dice, es dar algo a cambio de un acto sexual.
A diferencia del acoso sexual de un ambiente de trabajo hostil, el quid pro quo ocurre cuando el agresor hace algo por el agredido y a cambio, el agresor obtiene favores sexuales. Un ejemplo sería una empleada que tiene relaciones sexuales con su jefe a cambio de un aumento de sueldo o un día libre.
Para probar un reclamo quid pro quo, el demandante debe mostrar resultados o cambios tangibles de su empleo ocurridos debido a su rechazo de las demandas del agresor.
¿Quién es responsable si surge un reclamo por acoso sexual?
Si un empleado presenta un reclamo por acoso sexual, este puede hacerlo personalmente contra el agresor o contra su empleador, o ambos. Por ejemplo, si el agresor era otro empleado en un banco, la víctima puede demandar al banco mismo, independientemente de si el empleador sabía o debería haber sabido sobre la el acoso.
Además, si el agresor es un jefe o supervisor, el empleador será estrictamente responsable, lo que significa que los daños deben pagarse independientemente de si el empleador lo sabía o su tuvo algo de culpa. Sin embargo, si el agresor es otro empleado y no una persona con autoridad, como un supervisor, el empleador no es estrictamente responsable. De hecho, este solo será responsable si:
- El empleador sabía o debería haber sabido de la conducta y si
- El empleador no tomó las medidas adecuadas para alterar la conducta.
¿Es el consentimiento una defensa válida?
El consentimiento, entrar voluntariamente en una relación sexual, suele ser una defensa usada contra muchos agravios y reclamos. Sin embargo, esto no es determinante para el acoso sexual. La corte se enfoca en si los avances sexuales no fueron bienvenidos, no si la víctima participó en la conducta. Esto significa que el agresor podría tratar de argumentar que la víctima se involucró en el comportamiento sexual de forma libre, pero si en realidad la víctima fue obligada a comportarse de esa manera, entonces no hubo consentimiento.
Creo que tengo un caso… ¿qué hago?
Si cree que ha sufrido una violación, puede tener tres opciones: hablar con su empleador o el departamento de recursos humanos, presentar un reclamo administrativo, o presentar una demanda. Es importante que recuerde que existe un plazo de prescripción de un año desde el momento en que ocurrió el acoso para presentar un reclamo. Con el fin de acelerar el proceso y asegurarse de que presente su solicitud dentro del plazo asignado, se recomienda que busque la ayuda de un abogado. Es posible que tenga miedo de que, si se queja, su empleador lo despedirá. Sin embargo, esto es ilegal según la ley de California y se le conoce con el nombre de represalia. Un empleador no puede despedirlo solo porque ha presentado un reclamo contra él.
Cuando hable con un abogado, este determinará si tiene un caso o no. Específicamente, el abogado escuchará los factores o hechos clave que pueden haber estado presentes durante el acoso. Estos incluyen:
- Avances sexuales no deseados
- Preguntas intrusivas no deseadas sobre su cuerpo
- Presión causada por el comportamiento sexual
- Tocamientos sin su consentimiento
- Tener que asistir a reuniones no deseadas, específicamente fuera de su trabajo.
Aunque el conseguir un abogado puede parecer costoso, en muchos de estos casos, no pagará nada más que los costos asociados con la creación de documentos, como honorarios de impresión, honorarios de la corte, etc., el abogado obtendrá su pago de parte del demandado o mediante un porcentaje de sus ganancias.
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